miércoles, 4 de septiembre de 2013

Felices quince tirones de orejas, H. 19~

Hace tiempo, hace mucho, mucho tiempo, exactamente quince años, una mujer maravillosa dio a luz a un niñito un tanto peculiar. Ese cuatro de septiembre, en un hospital quizás más cercano de lo que algunos piensan pero demasiado lejano para otros muchos, fue cómplice de aquel milagro. Ese día, esa mujer sonrió al ver a esa criatura que había llevado dentro suya durante nueve meses. Su marido, a pesar de no haber podido sentir nunca esa sensación de llevar dentro de ti a lo más importante de tu vida, aún así, se sintió feliz y orgulloso de poder por fin acariciar a esa personita que a día de hoy es tan especial para muchas personas. Su hermano, su hermano mayor, seguramente al principio se celó. Un niño pequeño, un bebé, un nuevo ser vivo en casa, un intruso. Alguien que le robaba la atención y los mimos de sus padres, alguien al que al parecer le querían más... Pero alguien, al que hoy en día pese a todas las riñas, los problemas, las peleas etc, alguien que no cambiaría por nada. Ese niñito no solo fue especial aquel día, ese niño lleva quince años siendo especial para muchas personas, quizás hoy en día sea uno de los más especiales para la mayoría de los que lo conocen, y no sería de extrañar. Es genial, pero no lo típico de genial que se dice de cualquier persona a la que quieras, no. Ese niño a pesar de todos los problemas y las dificultades que le puso la vida, ese niño jamás pensó en tirar la toalla. Esa personita, tan fantástica y maravillosa, jamás derramó una lágrima en público. Siempre se las tragó todas, y más de una vez había razones de sobra para hacerlo, pero él es fuerte, muy fuerte. Yo, yo personalmente lo admiro por eso, por eso y por se como es siempre. Ese niño, a pesar de todas sus preocupaciones y problemas, siempre ha estado ahí en todo momento para sus amigos. Es el que a pesar de estar tragándose sus propias lágrimas, tiene la fuerza y la voluntad de sacar una preciosa sonrisa, no sólo para hacer que los que le quieren no se preocupen, si no también para animarles si alguna vez están mal. Es el que tiene un millón de victorias, el mejor en todo lo que se proponga, pero aún así, es el más humilde. A veces tiene su mal humor, pero supongo que como todas las personas, nadie es de hierro, y el que más o el que menos alguna vez en su vida rompió un plato. Nadie es perfecto. Aún así, él, puede estar enfadado con alguien, puede estar a punto de pegarle, gritándole, o ignorándolo, que si esa persona de verdad le importó alguna vez en su vida, si tiene algún problema, él será el primero en acudir. Sus mimos, sus perfectos mimos, son tan geniales, que no hay palabras suficientes inventadas en el diccionario para describirlos. Es cariñoso hasta decir basta. Dulce, divertido, espontáneo, sin vergüenza a hacer el ridículo delante de sus amigos. Avaricioso, sí, quizás también sea algo avaricioso. Una vez que tiene un amigo lo cuida y protege de tal forma que no deja que se vaya nunca. Un deportista de primera, el cuál no tira la toalla ni en los peores momentos. El que patea hasta que sus piernas no dan más, y a veces, aún más tiempo. El que hace lo imposible por cumplir sus sueños, el que cuida, valora y respeta lo que tiene. El que antes de actuar piensa las cosas dos veces, porque sabe que los impulsos a veces no son buenos. ¿Él? Él es el de los mejores consejos del mundo, el que te dice que luches por lo que de verdad te importa, sin importar lo que digan los demás, porque al fin y al cabo es tu vida, y nadie va a vivirla por ti. Pero.. ¿sabéis?, él, como todas las personas también tiene sus defectos. Es cabezota, quizás, a veces demasiado, pero gracias a eso más de una vez me hizo entrar en razón, así que pensándolo bien, a lo mejor no es del todo un defecto. Además de ese, tiene otros muchos, como el de no  valorarse lo suficiente.. Aunque eso... Bueno, es un tema en el que está en proceso de mejorar, por su propio bien ;) Con ese niño he vivido una y mil cosas. Hay tantas, y tantas que ya no sé por dónde empezar a escribir. Simplemente decir que nosotros hemos aprovechado esos momentos al máximo. Hablo de esos pequeños momentos que en el fondo son enormes, sí, de esos que e hacen sacar una sonrisa siempre, esos que nunca se olvidan, los que recordarás toda tu vida. Muchas veces ves la vida oscura, pero al final del camino encontrarás la luz, igual hay momentos oscuros pero ahí estarán esos momentos grandes momentos para iluminarte, los cuales te sacarán una sonrisa de esas que enamoran de las que la mayoría de las personas tienen envidia, y lo mejor de todo vendrá cuándo te pregunten, pues tu podrás responder: "mi sonrisa, mi sonrisa se debe a esos pequeños momentos inolvidables que tuve la suerte de compartir con él", porque al fin y al cabo, son eso, momentos que sólo nos pertenecen a nosotros, momentos que fueron testigos de nuestro cariño, momentos que nos juntaron hasta tal punto de hoy poder decir sin miedo: LLEVO TRES AÑOS, UN MES Y QUINCE DÍAS SIENDO LA HERMANA DE LA MEJOR PERSONA QUE ALGUIEN PUEDE ENCONTRARSE. Gracias por haber llorado a mi lado sin temor, por secar mis lágrimas, por sacarme las mayores sonrisas de mi vida, por contarme cosas inconfesables, por protegerme, por elegirme cuándo la vida te dio a elegir.. Por no dejarme nunca sola ni darme de lado, por todos esos consejos que más de una vez me has dado y han sido los acertados... Gracias por todo, y perdón por todas esas veces en las que te saqué de quicio, cada una de las veces que estaba de malas y eras tú con el que las pagaba. Perdón por a ver ser demasiado egoísta o infantil. pero sobre todo, perdóname si alguna vez te hice daño, porque te juro, que jamás ha sido a propósito.

Hoy te deseo el mejor cumpleaños de tu vida, al lado de las personas que más te quieren. Que eres genial y vales mucho, pequeño. Nunca cambies, en serio. Eres de lo mejorcito que hay, a parte de ser grande, muy grande. Espero que tu cumple sorpresa del viernes te haya gustado, y nuestros regalos, que todos fueron con mucho cariño eh :)

Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, todos te deseamos, cumpleaños feliz.. (8) Buaaa !! Que no voy a engañar a nadie, sabes que yo te cantaría siempre esta canción : Cumpleaños fatal, que lo pases muy mal, que te peguen tres tiros, y fatal funeral. Los regalos pa' mi, los papeles pa' ti, yo te invito al cine y tu pagas por mí. (8)

Que te odio más que a nadie en este mundo y en todos los que exista, muchisisísimas felicidades, Hermanito, disfrútalos y sobre todo, nunca cojas cabecita, mi loco salido cabezota tonto y feuchi. Ni te imaginas lo que yo daría por ti, Cosita :) 







sábado, 3 de agosto de 2013

Algún que otro sueño.

Me gustaría ir a Londres, dónde intentaré hacer reír a los guardias de seguridad con mis caras más extrañas y mis chistes malos. ¿Después? A París, mientras me subo a lo alto de la Torre Eiffel y veo toda Francia. ¿Posteriormente? A Italia, dónde me haré la típica foto dónde yo, con toda mi fuerza y valentía, sujetaré la Torre de Pisa para que no se caiga, además, daré un paseo en góndola por uno de los canales más bonitos de Venecia a la luz de la luna con algún apuesto joven desconocido conduciéndola. ¿Entonces? Entonces iré a Grecia, a ver todas esas casas blancas llenas de pureza de Santorini, pero sin olvidarme de visitar cada uno de los templos del país. El de Artemisa y el de Poseidón. Jugar a las batallas en la Acrópolis de Atenas...  ¿Luego? A Finlandia, a descubrir si de verdad Papá Noel habita allí, y si en persona, las auroras boreales son más bonitas que en fotos. ¿Siguiente? Quizás me pase por Corea a cumplir alguno de mis sueños y visitar el país dónde fue inventado el deporte por el que vivo. ¿De seguido? Directamente a Las Vegas, dónde me gastaré la ostia de dinero en el casino para no ganar ni un céntimo pero podré decir: ¡Vine a Las Vegas, baby! ¿Aún más? Pues me iré a Nueva York, sí, y me subiré a la Estatua de la Libertad y veré como todo Manhattan amanece. ¿Y por último? Yo siempre digo que lo mejor, para el final. Por último me iré a Los Ángeles. Arrasaré en todas las tiendas de Beverly Hills, mientras me gasto casi todos los ahorros que me quedan en ropa. Luego, en Hollywood, iré mirando cada una de las estrellas del Paseo de la Fama y me haré una foto con la inmensa mayoría mientras sonrío bebiéndome mi Starbucks. También me haré fotos junto al cartel de Hollygood, señalándolo con una gran sonrisa en mi cara diciendo: Sí, estoy en L.A. Y al final, me subiré a lo alto del mirador y miraré por última vez todo Los Ángeles. Pero cuándo vuelva aquí, a España, me esperará lo mejor. Me esperarás tú.


Sé que este era tu color preferido.

Aunque sé que faltan unos cuantos meses para que sea Navidad y vengan los Reyes Magos junto con Papá Noel a cumplir nuestros deseos, yo ya voy a pedir el mío. Este año, lo que más me gustaría recibir por Navidad no es ni un Iphone, ni una Tablet, ni una cámara nueva ni nada así, lo único que quiero es una escalera alta, muy muy alta, que me lleve hasta allá arriba para poder pasar aunque sólo sean cinco minutos de nuevo contigo. A veces pienso que te fuiste demasiado rápido de mi lado, Abu. 


sábado, 27 de julio de 2013

¿Quién quiere algo perfecto?


Cada beso, cada abrazo, cada caricia, cada milésima de segundo pasado a tu lado, cada momento vivido, cada risa, lágrima, palabra... Cada día. Cada un de estas cosas escritas en un cuaderno, cada uno de los pensamientos que sólo tenían que ver contigo...

Y quiero que todo sea perfecto, que nada malo pase, que no haya dolor, que no haya ningún error... Pero el amor está lleno de errores, cada error es una nueva página y cada acierto otra. Todo importa y todo pasa. De los errores se aprende, de los aciertos se mejora. Cada momento que paso a tu lado es único, vale la pena, no se cambia ni quiero cambiarlo por nada, porque ¿para qué tener a alguien perfecto si te tengo a ti?

Felices dieciséis.

Feoo, ¿qué decir de ti que no haya dicho aún? Que eres maravilloso, el mejor amigo del mundo, un loco salido dónde los haya, atento en ciertas ocasiones, amable, cariñoso, divertido, sincero, extrovertido, luchador... Tengo tantas cosas que decirte que aunque tenga el Word abierto e infinitas paginas para escribir no podría escribir todas y cada una de tus cualidades que me encantan, porque tú no gastas de eso a lo que se le llama defectos. Nadie sabe mejor que tú cuáles son los defectos que tengo, y que son muchos, pero no hay nadie como tú con tanta paciencia como para aguantármelos, aunque a veces te saque de quicio con mis caprichos de niña pequeña, con el “porfis porfis porfa porfis porfaplis..”, a pesar de todo eso, y de que no pares de repetirme que soy demasiado infantil, sé que en el fondo eso es algo que te gusta de mí. ;)

No sé cómo hace ya seis años tuve la suerte de conocerte en el campamento, ni como hace cuatro la de ser tu amiga. Tampoco sé que fue lo que me impulsó a convertirte en esa persona con la que tengo ganas de hablar las veinticuatro horas del día, ni a esa a la que me da igual contarle un secreto como un chiste, porque sé que no saldrá nada de su boca.

Te quiero, por una y mil razones. Porque no hay nadie como tú para que en el día más triste, en el día en el que pienso que ya no puedo más y que la vida es como una montaña rusa en la que hay que marearse, tú me enseñas que también puedo disfrutar de ella, que puedo gritar y disfrutar en vez de dejar que todo lo que hay alrededor me dé miedo. Por saber como tratarme en cada momento, por darme esas palabras de aliento cuando lo preciso, por no dejar que me caiga nunca. Te quiero, porque aunque no me lo merezca siempre estás a mi lado, nunca te enfadas y haces que sea feliz. Sabes, una de las cosas que más me agradan de ti, es que ya antes de que me pase algo sabes que estoy mal. Muchísimas veces me chocó eso de que de repente me mirases y me dijeses "¿qué te pasa?" Y yo pensaba, pero si no me pasa nada, ¿qué le dio a este? Y al cabo de dos o tres días algo trágico me sucedía. Eres como ese angelito que me protege y me avisa de lo malo antes de que ocurra, el que me va concienciando para que el golpe sea menor.

No sé como podré vivir algún día sin ti y espero con toda mi alma que eso nunca llegue a pasar, porque sin ti no sería como soy, tú haces que sea así. Me acuerdo perfectamente del día en el que me dijiste que te ibas a ir a otro instituto, internado. Estábamos en segundo de la ESO, en las mesas del ajedrez, jugando, y de repente el mundo se me vino a bajo. Hoy, 27 de julio, en el verano de cuarto de ESO, estoy esperando saber si de verdad te vas de mi lado, si es cierto que te cogieron, si ya no vas a ser mi compañero de gym ni de clase. Espero, y deseo de todo corazón que te acepten, que valoren todo lo que tu vales y que algún día llegues a ser el mejor, pero por favor, nunca, nunca me dejes ir de tu lado, te lo suplico.

Cuántos momentos vividos a tu lado, todos irremplazables, inigualables, increíbles, geniales… No llego a imaginar un momento de mi vida en el que tú no hayas estado, estás en todos, siempre vas conmigo, ayudándome en el camino, siempre. Y si pudiese volver atrás en el tiempo cambiaría todo menos el haberte conocido, eres una de las mejores personas que he conocido en estos últimos cuatro años y una de las pocas que tengo la certeza que seguirá en mi corazón con el paso de los años.

Recuerdo cuándo el año pasado, en medio de la clase de castellano me pediste matrimonio y desde aquel día te convertiste en mi Mujero y yo en tu Marida, porque lo de marido y mujer ya estaba demasiado visto. Me acuerdo el día que llegué al gym y no sabía ni como se abrochaba un peto, recuerdo que fuiste el primero en darme consejos para saber pelear, el que siempre me riñe cuándo salo de giro, el que me felicita cuándo lo hago bien. Tú eres ese que en clase se enfurecía por enamorarme de una persona la cuál no me quería, el que me daba consejos e intentaba buscarme a otro. Eres ese al que se lo cuento todo y más  y por todo eso te deseo un increíble y fenomenal cumpleaños, y como no, lleno de felicidad. 

Espero que este año lo hayas pasado bien y prepárate porque el que viene va a  ser aún mejor. Ya cumples dieciséis años, que se dicen rápido, pero tú y yo sabemos que no han sido para nada tan fáciles de decir ni de llegar a ellos. Dieciséis ya es un número muy grande, ya puedes trabajar, puedes sacarte el carné de moto (aunque seas un peligro al volante), ya puedes hacer cochinadas (que sé que ten encanta ;) e.e jajajaja) en resumen, ya eres mayor. Te me haces viejo y los años no pasan en balde, pero sigues siendo igual de guapo, listo, divertido y PERFECTO que cuándo te conocí. No cambies nunca Luchito, eres lo mejor que tengo y lo único que quiero para seguir igual de feliz. Hoy tiene que ser un día perfecto, lo haré perfecto para ti, te lo prometo, pero no solo hoy, todos los días, todos y cada uno de los días que pasemos juntos los haré perfectos para ti, porque lo que más deseo es verte sonreír.

Te quiero demasiado, por favor nunca cambies y quédate siempre a mi lado. Muchísimas felicidades y que cumplas muchísimos más, pero todos todos todos, conmigo.


Sólo me queda agradecerte todo lo que haces por mí los trescientos sesenta y cinco días del año, gracias, de corazón.

miércoles, 26 de junio de 2013

Casi toda mi vida a tú lado y aún no me es suficiente. ACC~

Y un día la conocí. El primer día de clase. No voy a decir que me acuerdo, porque mentiría, tan sólo tenía dos añitos, camino de tres, hace demasiado tiempo de eso. Pasé seguramente el mejor año de párvulos a su lado, por desgracia tengo muy pocos recuerdos, por no decir ninguno. Debido a ciertas circunstancias nos separamos, pero hace ya unos cuantos años nuestros caminos se juntaron de nuevo, empezamos siendo simples conocidas, poco a poco fuimos cogiendo confianza hasta el punto de llegar a ser gemes-matemáticas en la mesa de un bar haciendo ejercicios de recuperación para una amiga en común. Lo sé, si acabas de leer esto pensarás que ella es una persona genial, que sin tener por qué le hacía los deberes a una amiga para que ella pudiese aprobar, además de ser lista es la mejor persona que puedes encontrar. Bueno, prosigamos. Luego de eso, comenzamos a hacer tonterías juntas. Un día, el día de las cenas de fin de curso del año 2012  nos encontramos, pasamos la noche juntas, todos se estaban divirtiendo en las discotecas, emborrachándose, bailando, etc. Nosotras fuimos a un bar, compramos una coca-cola entre las dos, encontramos un céntimo y nos casamos. Además de eso, esa noche empezó una de nuestras tradiciones, comprar flores una a la otra en cada fiesta en la que salgamos juntas, hicimos payasadas que sólo nosotras dos entendemos "aquí zi hai ezpazo". El verano, gracias a que alguien dejó a esa maravillosa persona tirada un día, nos fuimos acercando más y más. A día de hoy es mi mejor amiga, y... ¿sabéis por qué lo es? No tiene nada que ver con que llevemos 13 años conociéndonos, o con que sea la niñita que me da consejos día sí y día también. No es porque me hace sentir la persona más afortunada de este mundo, no es porque me saque sonrisas de esas de las de verdad a todas horas, no es porque siempre pone la cara por mí cuándo hace falta. Tampoco es porque asusta a los niñatos que me quieren hacer daño, ni por el simple hecho de defenderme con uñas y dientes. Quizás penséis que es porque todos tenemos que tener una mejor amiga y como ella es la persona más buena, sincera, divertida, cariñosa, extrovertida, loca, vacilona, con la sonrisa más bonita del mundo, rubia, adorable, de fiar, amable, que antepone todo a su felicidad, trabajadora, decidida, luchadora, paciente, capaz de ponerse en el lugar del otro, honesta, etc del mundo. Sí, esa sería una buena razón, decir que es mi mejor amiga por todo eso, pero la verdad, ella se hizo mi mejor amiga por pequeñas muestras de su cariño. Todos mis amigos son los mejores, todos me ayudan siempre, pero ella fue la única que estuvo ahí, conmigo, físicamente, el día que más necesitaba el cariño de mis seres queridos. Fue la que me vio llorar como nadie lo había hecho nunca, la que a pesar de que la apartase me abrazaba y me secaba las lágrimas. A la que le dio igual todo, con tal de estar conmigo ese día. Fue la que me dijo que por mí, si yo quisiera se cambiaría, sin pensárselo ni dos veces. La que se aventuró a ir a una fiesta de la cuál ninguna de las dos teníamos ni idea sólo por verme feliz. La que se quedó allí a pesar de aburrirse como una ostra. La que vino a mi casa y me esperó. Por la que hice un tramo ida-vuelta en menos de 25 minutos con pausas intermedias a las tres de la mañana, cuándo normalmente sólo la ida nos lleva media hora... Jajaja. A la que le dejé experimentar con mi pelo. La que sabe todos y cada uno de mis secretos y a pesar de eso no me juzga. La que pasó las tardes de CUALE haciendo tonterías conmigo. Esos pequeños detalles, que para muchas personas serían insignificantes o pasarían desapercibidos, para mí, son los más importantes. Los que me hicieron comprender que ella en verdad es una amiga, pero no una amiga cualquiera, sino mi mejor amiga.







Sabes que te quiero más que a mi propia vida, ¿verdad?



martes, 14 de mayo de 2013

M...

+ ¿Sabes cuál es mi día de la semana preferido?

- Claro que sí cariño. El mismo que el de la mayoría de la gente, un sábado, ¿no?

+ Ehh.. no.

- ¿¿No?? ¿Entonces..?

+Miércoles, con M de: me muero de ganas por morderte...

martes, 23 de abril de 2013

Viva nuestra maravillosa sociedad.

Y si sonríes es porque sonríes. Si lloras, porque quieres dar pena. Si estás cabreada, porque eres intragable. Si gritas porque eres demasiado ruidosa. Si no lo haces eres demasiado callada. Si sabes hacer chistes en el momento oportuno te crees guay. Si a penas haces algún que otro eres aburrida. Si luchas por tus sueños eres demasiado confiada. Si no luchas por lo que quieres es porque no vales para nada. Si te gustan los mimos eres demasiado infantil. Si sólo das un abrazo o un beso en ocasiones especiales eres muy áspera. Si te ríes por todo eres una payasa. Si siempre estás seria das respecto. Si te gusta tener un grupo reducido de amigos eres una marginada, pero si tienes muchos eres una creída. Si abrazas a tus amigos eres una puta, en cambio, si haces gilipolleces con tus amigas eres lesbiana. Si dices lo que piensas eres una maleducada. Si te callas lo que sientes no tienes ni voz ni voto. Si te gusta un estilo de música diferente del de otra persona, puedes llegar a escuchar insultos hasta en sueños. Si te vistes como quieres, no vas a la moda. Si dejas comentarios en los tablones de tus amigos eres una "pica piedra". Si tu tuenti está abandonado se debe a que no tienes vida social. Si eres alta, una jirafa. Si eres baja, un medio metro. Si estás gorda, serás la foca andante del siglo XXI. Si estás delgada, eres anoréxica. Si eres morena prefieren a las rubias, y si eres rubia, eres tonta. Etc.




¿Orgullosa por vivir en una sociedad en la que seas como seas siempre será algo malo? No. Orgullosa de ser como soy, y de no intentar aparentar ser otra cosa.

martes, 26 de marzo de 2013

¿Un diecinueve infinito? Ojalá.

¿Sabéis lo qué es un amigo de verdad? Ese que siempre está a tu lado, con el que puedes reír a carcajadas a todas horas, o con el que puedes llorar sin importar nada más. Ese que siempre te tenderá la mano, el que siempre te aconsejará del mejor modo, el que te hará soñar de nuevo, con el que puedes ser tú mismo. El que te dice las cosas tal y como son, con el que riñes, con el que te peleas, al que le llamas de todo, el que te vacila, pero que en el fondo nunca permitirá que te pase nada malo. El que es capaz de fastidiarse a sí mismo sólo por verte sonreír. Y sí señores, ese es un verdadero amigo. Yo tuve la suerte de conocer la amistad a su lado, y hoy, una semana después de perderle, me arrepiento de ser una niña tonta que no hace más que cagarla siempre. Quizás no sea tan fuerte como pensaba, quizás ya nada valga la pena si no es a su lado, y pocas son las ganas que tengo de pedir perdón. Odio rebajarme, odio admitir mis errores, soy demasiado cabezota, no considero que eso sea al cien por cien malo ni tampoco tengo intención de cambiarlo, pero si eso me hace perder a esa persona, me lo replantearé. A lo mejor exagero un poco cuando digo que es lo más importante en mi vida, hay más personas a las que adoro, pero por encima de él sólo están mis padres. Fue, es, y siempre será de mi familia. Echo de menos corretear de un lado a otro detrás de él para cogerlo y morderle. Echo de menos poder abrir el tuenti y soltar un "Feooooooo :)" y sentirme la persona más feliz del mundo al ver que me responde con alguna parida. Echo de menos compararlo con los árboles frutales de mi abuelo... ;) Echo de menos contarle mil y una estupideces, sentirme una niña pequeñita y a la vez la persona más grande del mundo al estar a su lado. Echo de menos sus besos, sus abrazos, sus caricias, sus palabras de aliento, sus miradas tiernas, sus dulces y conmovedores "venga ánimo, yo siempre estaré a tu lado". Echo de menos poder mirarle a los ojos y decirle que lo odio más que a nada en este mundo, cuando en el fondo posiblemente sea el amigo al que más quise en toda mi vida. Pero las cosas cambian, el tiempo pasa, las personas se distancian y los amigos desaparecen. Me gustaría llegar al final del camino de tu mano, pero ahora mismo veo eso como una misión imposible. Sinceramente, ya no sé lo que quiero.

Fdo: Una de las personas que más sinceramente te quiso en estos dos años ocho meses y siete días.